Una vez que ya se ha producido el lanzamiento del juego, es posible que aparezcan nuevos errores o propósitos de mejora, notificados por los usuarios. A veces, también aparecen casos de hackers, en videojuegos "online", que modifican las reglas de una LAN (red de área local, donde varios servidores se conectan para jugar de manera conjunta), también pueden llegar a robar cuentas... Para estes problemas, la empresa desarrolladora, crea parches o actualizaciones, donde se corrigen todo este tipo de fallos y conflictos. Así, cuando se imponen, el usuario debe de actualizar el videojuego (se descarga la actualización o parche y se instala en el juego, esto se produce de forma automática) para poder jugar "online".

Si el videojuego tiene una comercialización extendida y a los jugadores les gusta, la empresa del videojuego, suele meter nuevos contenidos y extensiones, también en forma de actualizaciones. Con esto, prospera la comercialización y hace que el juego sea novedoso y los usuarios no se aburran de él.